Noah Andreas... mi futuro bebé (?????)

Ok, esta entrada es de lo más anormal. Ni yo me la esperaba, pero… hoy al despertar sentí la enorme necesidad de tener un bebé. Hasta le puse nombre… “Noah Andreas”. Es extraño, lo sé, yo no me imagino con un hijo, nunca, ni de pequeña. Jamás tuve ese pensamiento, pero hoy… sin siquiera haber visto alguna foto de bebes, o película cursi que me haya dañado el subconsciente, ¡sin nada que me empujara al abismo! Sentí la enorme necesidad de tener un bebé entre mis brazos. Un pequeño cachorro que con el pasar del tiempo me dijera mamá, me llamara por las noches, me sonriera, me mostrara sus pequeños grandes logros. Un pequeño hombrecito que necesitara de una y mil formas a su mamá.

¡No sé qué me pasa!

En qué diantres estoy pensando, o qué le está pasando a mi cabeza… tal vez ya para mañana todo esto se pase. Mañana volveré a ser la misma mujer que se imagina viviendo en una casa pequeña rodeada de cinco gatos y dos perros. Quien sabe.

Lo peor de todo, es que miraba al doctor de turno, con el que trabajé anoche y me imaginaba de una y mil formas pidiéndole que fuera el padre de mi bebé. Es joven, apuesto y divertido… un hombre que posiblemente sea gay. Jjaj no sé.

Fue vergonzoso… hasta en mis sueños estaba yo acosándolo con indirectas sobre relaciones humanas y la reproducción del ser humano. ¡Dios! Mi mente…

Veía estas fotos, no sentía nada...
hoy... no sé.

Saben… últimamente he tenido sueños extraños en donde un niño, de unos cinco años, me pregunta con algo de tristeza el por qué sus compañeros de burlan de su nombre. Yo, en el sueño, sonriente le preguntó el cómo se burlan de su nombre, si es tan bonito y él con la mayor ternura responde:

—Dicen, vamos a jugar pero Nooo~ ah~, no.

Qué monada, ¿no? Lo hubieran visto, moviendo sus labios lentamente para poder hacer el efecto de burla, y cruzando sus dedos nervioso porque no sabe si está bien lo que dice o no.

Sé que en ese momento sonreí —qué malvada—, me pareció muy adorable ver a mi hijo preocupado por algo tan banal como eso, y luego le dije que ellos no entendían a importancia de su nombre, y lo hermoso que suena al ser pronunciado de forma armoniosa. Noah. Je el chiquitito simplemente no entendía el por qué yo le puse un nombre tan extraño, según él.

Ya después de conversar unos minutos más sobre su nombre, él me observó con ojos grandes y sinceros. Movió la cabeza de un lado a otro y dijo sin más.

—No te entiendo, mami, no es lindo, ni ese ni el otro.

Se dio la media vuelta, después de besar mi mejilla, y se fue a jugar con sus carritos al patio trasero; hermoso y adorable.

Esa vez recuerdo que desperté con la sensación de haber sonreído toda la noche. ¿Cuál es esa sensación? Dios, no me pregunten, que ni yo misma sé cómo explicarlo.

Luego, semanas más tarde, soñé con el mismo niño que me decía entre carcajadas “cómo olvidas mi segundo nombre, mamá, vamos dilo”.  Y yo sólo atinaba a decir “Noah”, él reía con mucha gracia y decía entre carcajadas.

— ¡No, mamita! Jajaja, ese es el primero, di el segundo, dilo, dilo.

—Noah.

— ¡No! Ajajaja ese es el primero

Sus manitas se afirmaron de mis hombros y su rostro se acercó al mío, apoyó su frente contra la mía y luego frotamos nuestras narices rápidamente sin dejar de sonreír. Lo amaba, lo sé, y lo más extraño es que siento que lo amo. Siquiera está planeado, siquiera está pensado, siquiera sé si nacerá pero siento que ya lo amo y mucho.  ¿Extraño, no?

En fin, el Noah, mi bebé, está creciendo fuerte y sano en mi mente lo cuál no me hace una persona muy sana a mí. ¿Un embarazo psicológico? Jajaja Dios.

Y lo peor, es que siquiera existe el padre, o quizá sí pero aún no lo conozco… o…. tal vez sí lo conozco pero aún no me he dado cuenta de que es el futuro padre de mi futuro hijo.

En fin, eso sería por hoy, mi extraña sensación de querer tener un hijo de l nada… :)

Saludos, mon amour, amaría tener tus bebés. :)