martes, 28 de mayo de 2013

Tarde de mangas.

Ya después de un agotador turno noche en la clínica, llegué a mi casa sólo a dormir. 
Mi madre me regaloneó con servirme el almuerzo en la camita, lo que yo agradecí enormemente, porque la lluvia y el frío no me dieron los ánimos para levantarme e irme al comedor. Uf, realmente fue una noche horrible, la gente no paraba de llegar; algunos con problemas idiotas, como un simple dolor de cabeza (sé que nada es extraño, todo puede ser indicio de algo… pero, ésta noche fue horrible), y otros realmente graves, como un hombre que se cayó —ebrio— desde la escalera de su casa partiéndose la cara por completo. ¿Han visto alguna vez el vídeo del joven que salta al mar y se parte el rostro? Bueno, con éste hombre sucedió algo similar, con la diferencia que su herida no fue taaan grave, sino más bien —comparada con el muchacho—, fue algo “leve”. Se partió desde la aleta nasal derecha, pasando por la mejilla y llegando, casi, al lóbulo de la oreja derecha. Fue grande, pareciera como si tuviera dos bocas. >n< Lo recuerdo y me sube la presión. ¡No sé qué me dio en ese momento! Quizá el sueño; eran casi las 5 de la mañana cuando pasó todo eso… y ver como su rostro se habría y de esa grieta salía sangre, sangre y más sangre… iugh!
Como dije, fue un turno del terror. Jajaja
A lo que iba…

¡Soy la más feliz del mundo! 

Estuve por más de un año buscando el manga Saezuru Tori wa Habatakanai.
Éste manga no me había llamado la atención, jamás, ¿por qué? No sé, simplemente no se me antojaba buscar nada de él, pero un día, como siempre, hablando con mi amaba Seiren salió a flote la mangaka Yoneda Kou y por ende terminamos hablando de muchos mangas Yaoi de ella. Comenzando con Doushitemo Furetakunai un manga que me robó el corazón desde la primera página y por él amé las otras creaciones de ella. Y gracias a él, también, volví a tener fe en los mangas Yaoi (.?).
Bueno, como decía, hablaba con Seiren de muchas cosas y ella me recomendó dicho manga, pero me advirtió que sólo lo había podido encontrar en ingles… yo desde ese día comencé a buscar y buscar, pero nada.
¡Por más que buscaba y buscaba no encontraba nada! Todo estaba en ingles y como no sé inglés, o por lo menos, no sé mantener una conversación digna, menos sé leer libros, mangas, revistas, películas, etc, en ese idioma. Con suerte sé lo básico. Y aún así no me manejo en nada con ese idioma. Snif.

En fin, lo importante aquí es que ya encontré, por lo menos, nueve capítulos en español.
¡Soy la más feliz!
La vida de Yashiro me perturba cada vez más. ¡Y saben algo! No sabía que es el mismo tipo que aparece en el manga —que amo mucho— Don’t stay gold junto a mi querido Kageyama y Kuga. ¡¡Omg!! qué tipos.
 

Los amo. ¡Jajaja! Y lo más gracioso es que, Kageyama y Yashiro, son protagonistas de otro manga —misma autora xD— que tengo por allí. Al final, creo que a la autora, Yoneda Kou, le encanta escribir sobre la vida de sus personajes. Sólo espero que para Yashiro haya un final feliz. El pobre se la pasa sufriendo. Y creo que ya es demasiado… para un ser humano.
N’a, en realidad nunca es demasiado.
Bueno, sólo era eso… :)
Nos vemos en otra entrada, gracias por leer, por visitarme y más aún, muchas gracias por tus comentarios. ¡Realmente de eso vive un blog! Jojojo, besos. 

lunes, 20 de mayo de 2013

¡Al fin terminé de leer Fruta verde!


¡Al fin terminé de leer Fruta verde! Desde que llegó a mis manos a pasado una eternidad. Y como todo en ésta vida  llegó a su fin. 
Éste libro me dejó un sabor agridulce en la boca.  Amé a un solo personaje y odié a los otros dos. Realmente me hizo sentir más de una emoción. Si Enrique se esmeró en entregar sentimiento con éste libro... ¡lo logro! por lo menos conmigo así fue. 
El libro cuenta tres historias que a lo largo se van entrelazando una con otra,  y cómo no hacerlo, si al final todos se conocían con todos. Desde un principio que todos ya se tenían entre ceja y ceja. El personaje más odiado, según yo, fue la madre de Germán, Dios, una mujer muy chapada a la antigua que con su moral me dejó los huevos bien hinchados. No tengo, pero imagino que me dejó así los huevos. xD
Germán, el joven aspirante a escritor, fue todo un personaje… amoroso, confundido, lleno de curiosidad y con muchísimas ganas de aprender (típico uke de anime, pero mejor elaborado). Sólo quería llegar a la altura de Mauro Llamas, pero éste sólo quería coger con él. Cómo odié eso de él. ¡Dios! Es como si los homosexuales no pensaran en nada más que follar. Sí, todos los humanos en un momento llegamos a ser así… sexo esto, sexo aquello, sexo allí, sexo allá… ¡Pero por qué mostrar eso precisamente con un homosexual! Tks.
Mauro Llamas… era una loca. Siempre alardeando respecto sus conquistas, lo mucho que le gustaban los jotos, etcétera. Un dramaturgo de excelencia que con el pasar de los años fue perfeccionando. Debo admitir que en más de una página me sentí identificada con él.
En realidad, me sentí identificada con varios personajes. Cada uno de ellos tuvo más de una página que me hizo sentir como si leyera mi propia vida. ¡Sobre todo ese putazo de Mauro! Una vez que se logró enamorar de ese güerito siempre estuvo con la duda de si su amor era correspondido o no. Germán le respondía en la cama, pero no así con el corazón. O por lo menos no fue una respuesta clara… siempre estuvo perdido en un laberinto entre su homosexualidad y heterosexualidad. Germán con sus “amigas” siempre amó referirse así mismo con términos femeninos, mientras qué con sus familiares y amigos de la universidad, mostró siempre un semblante de macho alfa. No el más alfa, pero sí bien macho. Eso tenía en completa confusión a Mauro, el pobre estaba caminando sobre una cuerda floja. Él se lo buscó, sí. Y así comprobé lo estúpido que somos los humanos. O peor aún, lo masoquista que podemos llegar a ser.
El otro personaje por el que llegué a sentí apego fue el tierno y tímido Pável. Amigo de Germán, enamorado hasta las patas de la señora Laura, madre de éste. ¿Qué vio en esa vieja pasa si la pobre sólo se preocupaba de lo que las demás personas pudieran opinar de ella y su familia? Sólo estaba pendiente de las copuchas ajenas, mirando siempre la paja del ojo ajeno. Nunca jamás quiso aceptar lo muy equivocada que estaba al condenar a medio mundo por sus actos "ilícitos". Dios, qué mujer más desesperante. Cada vez que me tocaba leer las páginas dedicadas a ella podía sentir como una cana se me asomaba. ¡Sentí hasta la necesidad de lanzar el libro por los aires y maldecirla! Pobre Pável, me alegró que al final ella quedara pagando por bruja. Después de rechazar al muchachito ese, quería la muy sínica, comérselo en su cama. Pero já, no te esperabas esa sorpresita, ¿verdad? Pável con novia. ¿Creías que el chamaco te esperaría por siempre? Nones. Ahora sólo te quedó aceptar que el galancito con pecho de atleta disfrutara del sexo con una jovencita de su edad. ¿Cuántas noches de sueños húmedos  Lástima, los pudores y el qué dirán las demás personas fue su peor enemigo. 
En fin, el libro finalizó. Sí, me gustó. De hecho, quedé conforme con todo. Un final realista, entendible. Nada fue forzado. Lo amé.  
Aunque… ahora siento que me falta algo. ¡Odio quedar así después de leer un libro! Pero, eso significa que dicho libro dejó algo marcado en mí. Saben, mientras leía oía en mi mp3 la misma canción una y otra vez. Bueno, no sólo una, sino que seis canciones, las cuales marcaron ese libro. Ahora las oigo y recuerdo muchas escenas. Las veo como si de una película se tratara. Me gustó. Muchas risas, rabias, frustraciones, suspiros… ¿lágrimas? aaaw~~ ~~  \(~u~)/
Quiero leer algo más de ese hombre. Ya me buscaré otro libro y veré qué tal. Jujuju. 

¡¡Saludos, y espero nos leamos en otra nota más interesante que ésta!! Besos, a todos. :3 Bye~ bye~