lunes, 20 de mayo de 2013

¡Al fin terminé de leer Fruta verde!


¡Al fin terminé de leer Fruta verde! Desde que llegó a mis manos a pasado una eternidad. Y como todo en ésta vida  llegó a su fin. 
Éste libro me dejó un sabor agridulce en la boca.  Amé a un solo personaje y odié a los otros dos. Realmente me hizo sentir más de una emoción. Si Enrique se esmeró en entregar sentimiento con éste libro... ¡lo logro! por lo menos conmigo así fue. 
El libro cuenta tres historias que a lo largo se van entrelazando una con otra,  y cómo no hacerlo, si al final todos se conocían con todos. Desde un principio que todos ya se tenían entre ceja y ceja. El personaje más odiado, según yo, fue la madre de Germán, Dios, una mujer muy chapada a la antigua que con su moral me dejó los huevos bien hinchados. No tengo, pero imagino que me dejó así los huevos. xD
Germán, el joven aspirante a escritor, fue todo un personaje… amoroso, confundido, lleno de curiosidad y con muchísimas ganas de aprender (típico uke de anime, pero mejor elaborado). Sólo quería llegar a la altura de Mauro Llamas, pero éste sólo quería coger con él. Cómo odié eso de él. ¡Dios! Es como si los homosexuales no pensaran en nada más que follar. Sí, todos los humanos en un momento llegamos a ser así… sexo esto, sexo aquello, sexo allí, sexo allá… ¡Pero por qué mostrar eso precisamente con un homosexual! Tks.
Mauro Llamas… era una loca. Siempre alardeando respecto sus conquistas, lo mucho que le gustaban los jotos, etcétera. Un dramaturgo de excelencia que con el pasar de los años fue perfeccionando. Debo admitir que en más de una página me sentí identificada con él.
En realidad, me sentí identificada con varios personajes. Cada uno de ellos tuvo más de una página que me hizo sentir como si leyera mi propia vida. ¡Sobre todo ese putazo de Mauro! Una vez que se logró enamorar de ese güerito siempre estuvo con la duda de si su amor era correspondido o no. Germán le respondía en la cama, pero no así con el corazón. O por lo menos no fue una respuesta clara… siempre estuvo perdido en un laberinto entre su homosexualidad y heterosexualidad. Germán con sus “amigas” siempre amó referirse así mismo con términos femeninos, mientras qué con sus familiares y amigos de la universidad, mostró siempre un semblante de macho alfa. No el más alfa, pero sí bien macho. Eso tenía en completa confusión a Mauro, el pobre estaba caminando sobre una cuerda floja. Él se lo buscó, sí. Y así comprobé lo estúpido que somos los humanos. O peor aún, lo masoquista que podemos llegar a ser.
El otro personaje por el que llegué a sentí apego fue el tierno y tímido Pável. Amigo de Germán, enamorado hasta las patas de la señora Laura, madre de éste. ¿Qué vio en esa vieja pasa si la pobre sólo se preocupaba de lo que las demás personas pudieran opinar de ella y su familia? Sólo estaba pendiente de las copuchas ajenas, mirando siempre la paja del ojo ajeno. Nunca jamás quiso aceptar lo muy equivocada que estaba al condenar a medio mundo por sus actos "ilícitos". Dios, qué mujer más desesperante. Cada vez que me tocaba leer las páginas dedicadas a ella podía sentir como una cana se me asomaba. ¡Sentí hasta la necesidad de lanzar el libro por los aires y maldecirla! Pobre Pável, me alegró que al final ella quedara pagando por bruja. Después de rechazar al muchachito ese, quería la muy sínica, comérselo en su cama. Pero já, no te esperabas esa sorpresita, ¿verdad? Pável con novia. ¿Creías que el chamaco te esperaría por siempre? Nones. Ahora sólo te quedó aceptar que el galancito con pecho de atleta disfrutara del sexo con una jovencita de su edad. ¿Cuántas noches de sueños húmedos  Lástima, los pudores y el qué dirán las demás personas fue su peor enemigo. 
En fin, el libro finalizó. Sí, me gustó. De hecho, quedé conforme con todo. Un final realista, entendible. Nada fue forzado. Lo amé.  
Aunque… ahora siento que me falta algo. ¡Odio quedar así después de leer un libro! Pero, eso significa que dicho libro dejó algo marcado en mí. Saben, mientras leía oía en mi mp3 la misma canción una y otra vez. Bueno, no sólo una, sino que seis canciones, las cuales marcaron ese libro. Ahora las oigo y recuerdo muchas escenas. Las veo como si de una película se tratara. Me gustó. Muchas risas, rabias, frustraciones, suspiros… ¿lágrimas? aaaw~~ ~~  \(~u~)/
Quiero leer algo más de ese hombre. Ya me buscaré otro libro y veré qué tal. Jujuju. 

¡¡Saludos, y espero nos leamos en otra nota más interesante que ésta!! Besos, a todos. :3 Bye~ bye~ 



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