Minuto de vanidad.

Hasta hace unos minutos me sentí la mujer más sexy del mundo. Le envié unas cuantas fotografías a mi querida Seiren, mi amada escritora que vive a muchos kilómetros lejos de mí.

Todo comenzó con el simple comentario de “hoy me compré unas cuantas poleras verdes y pensé en ti”. Realmente pensé en ella cuando cancelaba el total de cada prenda. Y al llegar a casa quedé maravillada. Amé como cada una de ellas se veía en mí. Puede que suene a narcisismo, pero… en realidad quedé conforme. Suelo comprarme ropa pero jamás me la pruebo, no soy de esas (y creo que es un grave error) que van de local en local probando todo lo que ven, no, yo miro y si me gusta —y es barato— lo compro. Al llegar a casa me lo pruebo y sólo quedo conforme con la compra, no con el “me veo bien”. En cambio, hoy, quedé maravillada. Jamás me he comprado poleras en donde se muestren las axilas, no me gustan y hoy cambié aquello… compré, probé y me gustó. >w<

Gatito! La amé por eso! >w<

En fin… después de comentar lo de la compra, mi querida Seiren pidió que le enviara algunas fotos mostrando la ropa, yo no me reusé, después de todo, con ella tengo una confianza extrema…

Me cambié la parte de arriba y me tomé las fotos, se las envié y le gustaron. :) Me dijo cosas lindas. Jujuju me subió el autoestima… me sentí hermosa, sensual… Me sentí femenina. Luego colé una de esas fotos en mi perfil del face y recibí uno que otro “me gusta”, pero no me importó. En realidad, no la subí con esa finalidad, sino que… me sentí tan linda que mi foto de perfil tenía que ser mía, esta vez. Cambié la foto de una extraña que siempre llevo puesta y coloqué una mía.

Ahora la subiré aquí para compartirla con ustedes… :)

¡¡Saludos y nos vemos en otra entrada!!

(espero que más interesante). 

Jajajaj también le tomé una foto a mis medias nuevas! :) Seiren, la culpo de mi vanidad. >w< 

*-* Me compraré más, cuando pueda, claro.