Ya después de un agotador turno noche
en la clínica, llegué a mi casa sólo a dormir.
Mi madre me regaloneó con servirme el
almuerzo en la camita, lo que yo agradecí enormemente, porque la lluvia y el
frío no me dieron los ánimos para levantarme e irme al comedor. Uf, realmente
fue una noche horrible, la gente no paraba de llegar; algunos con problemas
idiotas, como un simple dolor de cabeza (sé que nada es extraño, todo puede ser
indicio de algo… pero, ésta noche fue horrible), y otros realmente graves, como
un hombre que se cayó —ebrio— desde la escalera de su casa partiéndose la cara
por completo. ¿Han visto alguna vez el vídeo del joven que salta al mar y se parte el rostro? Bueno, con
éste hombre sucedió algo similar, con la diferencia que su herida no fue taaan
grave, sino más bien —comparada con el muchacho—, fue algo “leve”. Se partió
desde la aleta nasal derecha, pasando por la mejilla y llegando, casi, al lóbulo
de la oreja derecha. Fue grande, pareciera como si tuviera dos bocas. >n<
Lo recuerdo y me sube la presión. ¡No sé qué me dio en ese momento! Quizá el
sueño; eran casi las 5 de la mañana cuando pasó todo eso… y ver como su rostro
se habría y de esa grieta salía sangre, sangre y más sangre… iugh!
Como dije, fue un turno del terror.
Jajaja
A lo que iba…
¡Soy la más feliz del mundo!
Estuve por más de un año buscando el
manga Saezuru Tori wa Habatakanai.
Éste manga no me había llamado
la atención, jamás, ¿por qué? No sé, simplemente no se me antojaba buscar nada
de él, pero un día, como siempre, hablando con mi amaba Seiren salió a flote la
mangaka Yoneda Kou y por ende terminamos hablando de muchos mangas Yaoi de ella.
Comenzando con Doushitemo Furetakunai
un manga que me robó el corazón desde la primera página y por él amé las otras
creaciones de ella. Y gracias a él, también, volví a tener fe en los mangas Yaoi
(.?).
Bueno, como decía, hablaba con Seiren de
muchas cosas y ella me recomendó dicho manga, pero me advirtió que sólo lo
había podido encontrar en ingles… yo desde ese día comencé a buscar y buscar,
pero nada.
¡Por más que buscaba y buscaba no
encontraba nada! Todo estaba en ingles y como no sé inglés, o por lo menos, no
sé mantener una conversación digna, menos sé leer libros, mangas, revistas,
películas, etc, en ese idioma. Con suerte sé lo básico. Y aún así no me manejo
en nada con ese idioma. Snif.
En fin, lo importante aquí es que ya
encontré, por lo menos, nueve capítulos en español.
¡Soy la más feliz!
La vida de Yashiro me
perturba cada vez más. ¡Y saben algo! No sabía que es el mismo tipo que aparece
en el manga —que amo mucho— Don’t stay gold junto a mi querido Kageyama
y Kuga. ¡¡Omg!! qué tipos.
Los amo. ¡Jajaja! Y lo más gracioso es
que, Kageyama y Yashiro, son protagonistas de otro manga —misma autora xD— que
tengo por allí. Al final, creo que a la autora, Yoneda Kou, le
encanta escribir sobre la vida de sus personajes. Sólo espero que para Yashiro
haya un final feliz. El pobre se la pasa sufriendo. Y creo que ya es demasiado…
para un ser humano.
N’a, en realidad nunca es demasiado.
Bueno, sólo era eso… :)
Nos vemos en otra entrada, gracias por
leer, por visitarme y más aún, muchas gracias por tus comentarios. ¡Realmente
de eso vive un blog! Jojojo, besos.