lunes, 16 de julio de 2012
Traumas de la vida.
jueves, 12 de julio de 2012
Mi compañera y su extraña pregunta
El día de ayer, en mi trabajo, estaba leyendo un libro de Ted Dekker titulado “Tr3s” —recomendable, por cierto—. Bueno, la cosa es que, mientras lo leía una de mis compañeras de trabajo se acercó a mí y preguntó con un tono un tanto burlesco.
— ¿Es bueno el libro?
—Sí —fue lo único que respondí, luego me concentré, nuevamente, en el libro.
— ¿De qué trata? —volvió a preguntar.
Yo simplemente la miré y me pregunté “para qué hace esa clase de preguntas, si nunca en la vida ha cogido un libro”. Bueno, para no parecer antipática le conté o mejor dicho, le resumí el libro en cien palabras. Palabras simples.
— ¿En serio? Y ¿Un libro te puede causar suspenso? Que ridículo.
Y fue eso, específicamente, lo que me traumó. Es decir, la mujer esa nunca ha entendido lo que lee. Si hasta el periódico puede causar sensaciones en uno. Después de oírla decir eso contesté que sí es posible sentir suspenso, miedo, horror, tristeza y miles de cosas más, es cuestión de comprender, entender y saber lo que estamos leyendo.
Mi compañera me siguió mirando de la misma forma y se largó de mi puesto de trabajo.
Me dio pena… ¿cómo es posible que mujeres de edad no sepan lo que es leer?
Bueno, ese fue mi gran día en el trabajo, todo lo demás fue normal.